Al reconocer inexperiencia en la materia en la que se desempeñará por los próximos siete años, Jacinto Herrera Serrallonga, ex funcionario del gobierno estatal que rendirá protesta de cargo este martes como presidente del Organismo Público Local Electoral (OPLE), dejó entrever sus simpatías políticas y reconoció que mantiene amistades en la administración pública.
Sin embargo, garantizó que mostrará imparcialidad en su actuar con un criterio “ciudadano” y para defenderse de aquellos que lo identifican como un enviado del titular del Poder Ejecutivo Rafael Moreno Valle Rosas, comparó la función del OPLE con la del árbitro de futbol.
“Si tuvieras cierta simpatía con un equipo desde niño eso no quiere decir que cuando tú seas arbitro y estudiaste para ser árbitro y te especializaste en ser árbitro, tú puedas tener cierto aspecto en la balanza hacia un lado o hacia otro”, ilustró.
Las declaraciones de Herrera forman parte de la entrevista que le realizaron consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) el 7 de octubre pasado, dentro del proceso de selección que lo llevó al cargo que ostentará a partir de este día, con el cual asumirá la representación legal del OPLE y la conducción de las sesiones del Consejo General.
La entrevista corrió a cargo de los consejeros Javier Santiago Castillo, Marco Antonio Baños Martínez, Adriana Margarita Favela Herrera y Benito Nacif Hernández, quienes cuestionaron la participación de Herrara como aspirante en dos aspectos: su falta de trayectoria en materia electoral y los vínculos que le dejaron los diversos cargos que ocupó en la administración pública.
Ex jefes como “amigos”
Herrera ingresó en 2011 a la administración estatal, y desde entonces ocupó cuatro cargos: secretario particular en la Secretaría General de Gobierno (SGG); director de Ingresos de la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA); director de Investigación para la Formación de Recursos Humanos en el Consejo de Ciencia y Tecnología, y director de Vinculación del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos.
Las observaciones que hicieron llegar al INE los partidos políticos contra Herrera, cuestionando su imparcialidad por su trayectoria en el gobierno morenovallista, las exhibieron Margarita Favela y Benito Nacif durante la entrevista.
Herrera reconoció que existe una línea muy delgada entre la administración pública y la política, porque el partido en el poder “trae sus niveles de cargos”, pero aseveró que él se incorporó al gobierno por su formación como maestro en Gestión Pública, al tiempo de declararse independiente de sus jefes y del grupo gobernante.
“He tenido jefes directos de las tres principales fuerzas políticas nacionales y siempre me he apegado a una institucionalidad, una especie de lealtad institucional, y vaya, los tres jefes hasta donde yo sé siguen siendo mis amigos, de tres corrientes políticas totalmente distintas”, arguyó.
Soy una “pieza ciudadana”, dice
En el caso de las instituciones electorales, Herrera indicó que las relaciones entre los funcionarios y los partidos se vuelven más claras, porque no puede existir ningún vínculo directo.
En esa lógica, dijo que su paso por la administración pública y sus simpatías políticas no influirán en su desempeño como integrante del OPLE, por lo que se comprometió a apegarse a la imparcialidad y transparencia en sus criterios y opiniones.
La nula experiencia en instituciones comiciales la atajó señalando que él OPLE necesita “piezas ciudadanas” y por ser un organismo de nueva creación brinda, a su parecer, un “área de oportunidad” para aquellos que no han incursionado en ese ámbito.
Asimismo, aseveró que su carrera académica en la UPAEP y la UDLAP lo llevó a meterse “de lleno a estudiar” la reforma electoral de 2014 que dio origen al INE y a los órganos públicos locales de los estados, con lo que descartó ser un improvisado.