La economía nacional sigue sin mostrar una actividad importante de recuperación, aún exhibe un desempeño poco favorable con un mercado interno deprimido y por lo tanto la hace poco atractiva para invertir, aseveró el Dr. Marcos Gutiérrez Barrón, Catedrático-investigador de la Facultad de Economía de la UPAEP.
Al referirse a la depreciación del peso a lo largo del año, dijo que ésta ha sido del 9.25 por ciento y en los últimos 12 meses la devaluación se ha registrado en un 18.5%. Por lo tanto, señaló que hablar del tipo de cambio de la moneda es muy difícil y por ende, hacer un pronóstico mucho más, pero de acuerdo al comportamiento económico del país a finales de año el tipo de cambio podría estar entre 17 y 17.50 de continuar con esta situación especulativa.
Ante el presente panorama económico, acotó que también hay personas favorecidas “como son aquellas que reciben remesas y Puebla es uno de los principales estados que reciben remesas del extranjero, en donde los familiares que las reciben mejoran su bienestar y tienen una mayor capacidad de compra”. Otro sector favorecido con la depreciación del peso frente al dólar, son los exportadores, en donde la economía es muy dinámica, “los exportadores que están integrados a las cadenas nacionales y que no importan mucho insumos industriales, son los que se favorecen económicamente, entre otros”.
Los que pierden con esta volatilidad del peso son los importadores, ya que deben comprar materias primas e insumos con dólares más caros.
Además, afirmó que de acuerdo a datos proporcionados por el Índice Nacional de Precios al Productor, se registra un incremento anual del 6 por ciento en los costos de producción en donde las industrias que se han visto afectadas son las que fabrican maquinaria, equipos de computación y electrónicos entre otros.
Señaló que de seguir la depreciación del peso frente al dólar, puede registrarse una contaminación de la variación del tipo de cambio con los precios internos, a través de lo que se denomina “inflación importada, en donde los empresarios y productores no van a hacer posible que sigan manteniendo sus márgenes de utilidad castigados de seguir los incrementos, por lo que en el corto tiempo tendrán que traducirlo en el incremento de los precios, lo que originará un aumento en los precios al consumidor”.
Enfatizó que la inflación en el país sigue siendo baja en términos de la demanda que se registra en el mercado, es decir, tenemos un mercado deprimido en donde no hay una presión de la demanda y por ello la inflación es menor al 3%.
Por lo que, los industriales y comerciantes señalan que si las ventas son buenas en diciembre, esto permitirá seguir compactando los incrementos de los precios.
Agregó que en cuanto a la economía de las familias y el regreso a clases de los hijos, abundó que es necesario que los padres prevengan los gastos de útiles y artículos tecnológicos, y no retrasen sus adquisiciones de electrónicos y de computación antes de que se siga devaluando el peso.
Reiteró que esta situación es traumática para mucha gente, señaló el Dr. Gutiérrez Barrón, toda vez que la presente depreciación causa una especie de incertidumbre social que hace pensar en las crisis económicas anteriores: la de los años 50 con el presidente Adolfo Ruiz Cortines, en donde el peso se depreció en un porcentaje del 8.65 por ciento, haciendo que fueran 12.50 pesos por dólar; la segunda en los años 80 con José López Portillo, en donde hubo una devaluación del 866 por ciento; otra más traumática fue con el presidente Miguel de la Madrid, que fue de mil 443 por ciento, y una más, la que sucedió en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari al entregar el poder al presidente Ernesto Zedillo, en donde fue del 173 por ciento.
Apuntó que lo sucedido en esos años no es el mismo escenario actual, ya que era un tipo de cambio fijo y ahora es flexible, situación que defiende al país ante ataques especulativos.
Otros factores que influyen en la economía del país
Parte de los efectos que han ocasionado la depreciación del peso frente al dólar es el caso Grecia, el aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos que se plantea registrar en el mes de septiembre y una vez autorizado en la taza de interés en los fondos federales de los Estados Unidos, la volatilidad pueda disminuir, pero mientras esto no suceda la volatilidad seguirá dándose y continuará la especulación.
Otro efecto externo que ha impactado en la economía del país es la caída en los precios del petróleo que en el año ha pasado de los 80 dólares a los 45 dólares por barril, aspecto que ha provocado la depreciación del peso. Otro factor externo y nuevo para las economías del mundo es la caída de la Bolsa de China, que registra un menor crecimiento y ha originado una especulación más.
Por lo tanto, todos estos escenarios generan incertidumbre en los mercados internacionales de divisas y esto afecta la variación de las monedas y la relación de la variación del peso frente al dólar.
Con respecto a las causas internas, se observa la salida de capitales del país al exterior ocasionadas por la toma de decisiones en los portafolios de inversión, “los inversionistas que ahora tienen activos nacionales cuando hay incertidumbre dejan los activos nacionales y se refugian en aquellos activos más seguros, aquellas divisas más seguras y una de las más seguras a nivel mundial es el dólar”.
Otro factor interno es la entrada menor de divisas y a menor entrada de divisas se explica una la reducción importante de divisas por exportación del petróleo, ocasionado por las caídas en sus precios.
Las remesas que envían los mexicanos que están en el exterior del país ha aumentado y se estima que a finales de año pueda ser mayor a 20 mil millones de dólares que es una cifra promedio que año con año se ha presentado y que por el comportamiento económico pueda ser mayor históricamente.
Otro elemento interno que ha influido en la volatilidad en el tipo de cambio son las expectativas de las reformas estructurales, Reformas que trajeron expectativas muy positivas y se esperaba una atracción muy importante de capitales, sin embargo a medida que avanza el año se ha visto que estas expectativas se han moderado y por lo tanto los capitales esperados aún no llegan, situación que de manera interna ha incidido en la depreciación del tipo de cambio.