Piso de tropiezos
De nueva cuenta fue lamentable la reacción de gobierno de Rafael Moreno Valle ante otro suceso que ocasionó, esta vez, el linchamiento y muerte de dos encuestadores en el municipio de Ajalpan.
Mientras la lógica dicta una evaluación sobre la inseguridad que hay en la mixteca, el equipo de asesores del mandatario estatal se enfocó en una estrategia para que no se dañará la imagen del gobernador de Puebla a nivel nacional y se pusiera más en riesgo su proyecto personal de cara al 2018.
La gran idea de los asesores en comunicación del Estado fue rogar a Televisa México y darle la instrucción a Televisa Puebla para que volvieran a hacer lo mismo que el 2 de octubre de 1968, eso que tantos y tantos sentencian y aún reclaman.
Ocultar la realidad.
Fingir que no sucedió nada en Ajalpan.
La noticia más importante fueron las giras de trabajo del propio gobernador de Puebla y de su delfín Antonio Gali Fayad.
El tema de Ajalpan estuvo en los noticieros de Televisa hasta que Rafael Moreno Valle anunció que el Estado tomaba el mando de la seguridad en Ajalpan -“porque el edil no pudo”- y a pesar de que salieron a proteger al gobernador con todo lo que pudieron, el daño ya estaba hecho.
Por cierto que todos fueron testigos –nuevamente-, de que el mandatario estatal no cumple ningún acuerdo cuando no le beneficia.
Lo digo porque unos días antes el presidente de Ajalpan, Gustavo Lara Torres, se tomó una foto con Rafita y con Tony en el marco de la toma de protesta de la Organización Democrática de Alcaldes de Puebla A.C. pero a los pocos días el gobernador lo acusó de haber sido el responsable del asesinato de los jóvenes que estaban trabajando como encuestadores, y no como secuestradores, lamentablemente su pecado fue haber dicho que eran originarios del DF.
Piso de arrastrados
Otros que recibieron la instrucción directa de defender con todo a su patrón fueron los diputados locales quienes buscaron aprovechar la muerte de dos jóvenes para exigir la aplicación del mando único.
Buscando sacar provecho político, los legisladores profetizaron que si el mando único existiera, nada hubiera pasado en Ajalpan ante la respuesta de la policía.
Los legisladores le pusieron color a la violencia: sentenciaron que los lamentables hechos sucedieron en un municipio gobernado por el PRI pero un envalentonado delegado, que también está en campaña, reviró acusando que los hechos ocurrieron en un estado administrado por el PAN.
Piso de mudos
Ante la falta de personal calificado para atender crisis, tuvo que ser el propio gobernador quien saliera a declarar sobre el caso Ajalpan.
Y es que todos saben que el inquilino de la marranera, Jorge Cruz Bermúdez, ante cualquier problema esconde la cabeza como tortuga o se hace bolita como cochinilla.
Si, nuestro flamante encargado de despacho de la Secretaria General de Gobierno ante un problema o crisis se queda mudo.
Se queda atónito.
Incluso algunos de sus colaboradores no han descartado que a su jefe en esos casos le da la chiripiorca como le sucedía al personaje de Roberto Gómez Bolaños, el chavo del 8.
Una muestra más la dio Jorgito en la firma de convenio para el tren turístico Puebla-Cholula donde los reporteros tras 40 minutos de esperar al funcionario estatal, vieron como en menos de dos minutos firmó, se levantó y se fue sin decir una sala palabra.
Escenario que aprovechó José Juan Espinosa, que no tiene nada que ocultar y atendió a los reporteros para despejar dudas.
Alguien debe recordarle a Jorgito que en política los espacios vacíos, se llenan.
