Por: Angélica Ruiz
Desde que nació hace dos meses, Dante tiene vida artificial en el Hospital General 20 del IMSS localizado en La Margarita, como consecuencia de una negligencia médica, según su madre Gloria Oropeza, quien denuncia una mala atención en ese nosocomio durante el parto, tras ser diagnosticada erróneamente con COVID19.
En entrevista, cuenta que su embarazo transcurrió sin problemas; incluso daría a luz en el Hospital Betania, el cual tiene convenio de subrogación con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ante la pandemia.
El 31 de ese mes, refiere que empezaron las contracciones y acudió a la institución privada, donde el “sueño se transformó en pesadilla”, pues una prueba rápida advirtió anticuerpos contra SARS-CoV-2, le negaron la atención y transfirieron a La Margarita.
En el Área de Triaje volvió a tener un ingreso normal. Un primer médico negó que tuviera COVID19. De súbito, recuerda un dolor insoportable en el viente, que empezó a gritar, a pedir ayuda y que la trasladaron al quirófano, donde la anestesióloga le explicó que no podían aplicar la raquídea porque no estaba el partero, quien llegó cuando ya no tenía panza, había desaparecido, ahora sabe que se le había reventado el útero.
Gloria recuerda que su hijo nació muerto, que no escuchó su llanto y que, de alguna manera, lo resucitaron, pero la falta de oxígeno provocó daño cerebral irreversible, lo que se ha traducido a la fecha en respirar con ayuda de un ventilador, tener una banda gástrica y estar en la puerta de un traquetomía.
Ella sabe que su hijo puede morir en cualquier momento, que nunca verá a su hermana de 5 años, por lo que anuncia denuncias penal y civil contra quien resulte responsable, porque no quiere que el caso se repita, porque nadie se merece vivir algo así.
Sobre el particular, el IMSS informó que sus autoridades “analizan la atención otorgada a la paciente durante el trabajo de parto, que había iniciado en un hospital privado (…) y sospecha de COVID-19, por haberle realizado una prueba rápida”; además, informó que el es “reservado” el pronóstico de salud del recién nacido.
Con información de Urbano Puebla.
