Detuvieron a Armando Prida por extorsión
Por: Angélica Ruiz
Elementos de la Guardia Nacional detuvieron a Armando Prida Noriega, quien de acuerdo con versiones gubernamentales “se dedica a extorsionar a funcionarios de alto nivel del gobierno federal para allegarse de recursos de manera ilícita”, y por ello en las próximas horas será puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).
Fuentes gubernamentales señalaron que “el área en la que actúa comprende las siguientes entidades: Puebla, Estado de México y Ciudad de México. Se sabe que forma parte de un grupo de la delincuencia organizada, cuyo propósito es el de ocasionar fraude y generar daño al erario del país”, ya que además opera como empresario y ha obtenido diversos contratos, uno de ellos en el ramo de salud a través de la compañía AP Medical Solutions, S.A. de C.V.
La información obtenida señala que uno de los integrantes de esta red de extorsionadores es Alejandro Hesiquio Aguilar Rule, quien se desempeñó en 2018 como representante del gobierno de Quintana Roo, y en 2018 ya había sido señalado de participar en actividades ilícitas.
La información gubernamental refiere que para evitar que los recursos ilícitos fueran rastreados por las autoridades, Prida Noriega utilizaba mecanismos financieros para llevar a cabo operaciones con recursos de procedencia ilícita y así ocultar el origen del dinero.
Los primeros datos respecto a esta detención refieren que Prida Noriega forma parte de una familia que tiene intereses económicos en el estado de Puebla, donde se han vinculado empresarialmente con el Teleférico, en la Feria de Puebla y en algunos medios de información.
Las investigaciones señalan que su modo de operar consistía en ostentarse como funcionario de alto nivel del gobierno federal para tratar de obtener contratos millonarios.
Después de su detención y como parte de las investigaciones realizadas, les fueron congeladas sus cuentas bancarias a Prida Noriega y a Aguilar Rule, por parte de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF).
Con información de La Jornada