Por: Angélica Ruiz
En una humilde vivienda del rancho Baixtla, en el municipio poblano de Huatlatlauca, se dio el último adiós a la estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, Aideé Mendoza Jerónimo, asesinada de un tiro en el salón de clases.
Los restos de la joven arribaron a la pequeña comunidad, donde se congregaron familiares, amigos y vecinos de la joven.
En el llamado barrio Las Cruces, la comunidad de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días despide a una de sus hijas con la fortaleza que les da Dios.
En el lugar, una fotografía de la joven en vida sobre el féretro de la estudiante asesinada cuando tomaba clases en el interior del aula P67 del plantel del CCH Oriente, de la UNAM, en la alcaldía de Iztapalapa de la Ciudad de México, y flores blancas acompañan el féretro.
La noticia del asesinato causó conmoción en este pueblo de no más de 300 habitantes de esta región de la Mixteca Poblana, pero la familia la despide con la certeza de que Dios la acogió en su seno.
Sus vecinos y amigos la recuerdan como una joven estudiosa, que en una semana terminaría la preparatoria y se enfocaría a estudiar psicología; pero hoy le dicen adiós con una misa de cuerpo presente para luego sepultarla.
El CCH plantel Oriente informó que se suspenderán las clases hoy jueves, 2 de mayo de 2019, debido a la continuación de peritajes.
Estudios periciales y de balística que realizó la PGJ de la Ciudad de México para esclarecer la muerte de Aideé, lograron establecer que la bala que impactó en el cuerpo de la joven fue de un calibre .9 milímetros.
Con base en los resultados practicados en el cadáver por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Incifo), se determinó que la causa de la muerte fue por impacto de bala que atravesó el tórax y abdomen, penetrando las dos cavidades y que la bala quedaría alojada en esta zona.
Con información de El Popular
